- Una larga charla
telefónica con el amigo Alejandro Garmendia hace revivir en clave nostalgia
algunos episodios germinales en mi trabajo ocurridos hace la friolera de 30
años
En primavera de1985 recibí
el encargo de realizar unas pinturas efímeras
de carácter festivo para la discoteca Gaueko de Bilbao, templo del
afterpunk vasco, decorado a modo de gigantesco water por el artista Javier
Urquijo. Invité a participar a mis compañeros de piso y estudio, Alejandro Garmendia y Felipe Solares, que
habían fundado el grupo Comunidad Latina de Bilbao y realizado algunas
instalaciones de carteles pintados a mano en lugares públicos de la
ciudad. Aprovechando la luz negra del
local utilizamos pintura fosforescente. El
primero de los eventos para el cual se habían hecho las pintadas fué la
presentación en Bilbao del grupo Kortatu, en ese momento la estrella del recién
nacido rock radical vasco. La muchedumbre bailaba frenéticamente y la discoteca
se convirtió en una sauna, los azulejos
condensaban la humedad y la pintura recién puesta se desprendía con facilidad.
Los danzantes arrrancaban trozos de pintura fosforescente para pegarlos en sus
caras y cuerpos en un ambiente orgiástico.
Las pintadas quedarán semiborradas el mismo día de su estreno,
especialmente en sus zonas centrales, lo que les dió un aire casual , ruinoso y
misterioso, durante los meses siguientes, hasta que, poco a poco, fueron siendo borradas.
Un año mas tarde realicé
unas pinturas para el techo de la pista de baile, de las que no tengo
fotografías.